martes, 28 de junio de 2022

Recreando juntos

 No dejes de soñar
Manuel Carrasco


Algo más que un adiós... un homenaje y reconocimiento agradecido.

Creo que voy a ser breve, lo intuyo, o no. Lo que sea será. Escribiré seguido hasta donde me dé, para contar cómo este año tuve la suerte de soñar que poníamos los cimientos para seguir creciendo. Y ese sueño era compartido, primero con mi subdirectora, Cristina, y después con todos los que se dejaron contagiar de ilusión, nuestro Comando C y cada una de las comisiones que lideraron, para finalmente tratar de hacerlo llegar a cada rincón de nuestro cole... Y todo ello gracias a Luis, nuestro dire, que nos lidera humildemente, desde el trabajo silencioso, el respaldo cómplice y el empuje cariñoso a cada una de nuestras locuras.


Llegamos a Barcelona despistados, con incredulidad y mucha alegría, "hemos sido uno de los 50 colegios elegidos de España", el único de Málaga, para desarrollar un proyecto de liderazgo para el 
aprendizaje con la fundación Educaixa (Aquí está la noticia, salimos en la prensa). Esto fue en julio de 2021. Tres días de intensa formación y transformación del proyecto que teníamos en mente. Bombardeo de ideas, no dábamos abasto para asimilar tanta información, tantos frentes abiertos, tantas posibilidades. Yo a cada sesión de trabajo ya quería volverme para Málaga, "ya lo tengo", quería parar, necesitaba no pensar más, ya tenía bastante para diseñar nuestro proyecto y ponerlo en marcha. Pero no, a cada nueva sesión más y mejores ideas, y más entendíamos qué perdidos andábamos y cuánto bien nos hacía escuchar y reflexionar sobre el liderazgo. 

Y recuerdo, una de las sesiones últimas, ya recopilando información para reconstruir nuestro proyecto, yo acelerado, queriendo no perder el hilo, "escribe esta idea", le decía a Cristina, que tomaba notas, y ella, oídos sordos y mirada pensante. "Pero ¿por qué no escribes?". Porque estábamos aprendiendo a pensar juntos. Y pensar juntos es diálogo, es búsqueda, es escucha y confianza en la persona que tienes enfrente. Gracias eternas.

Y el juntos se hizo más grande. El último día nos presentaron a nuestras compañeras de viaje, cuatro luchadoras gaditanas con las que emprender un camino de amistad crítica y vida compartida, de la mano de nuestra "facilitadora" (Así pone en los papeles), hada madrina, que creó el clima y la magia para que durante el curso creciéramos como líderes y evolucionaran nuestros proyectos. 

Málaga, Algeciras y Ceuta, con una parada intermedia en Sevilla. Este ha sido nuestro trayecto, con tres encuentros en los que asentar amistad, complicidad, compromiso y trabajo. Y la mente siempre en nuestro claustro y en nuestros alumnos. Cada parada ha ido despertando mayor admiración de unos hacia otros. ¡Qué regalo habernos embarcado juntos! ¡Qué regalo entregarnos desde el minuto cero! Los que creemos damos gracias a Dios, los que no, dan gracias a la vida, y juntos damos gracias por cada momento vivido. Gracias equipo, gracias Anabel.



Mientras... en nuestro cole... qué fácil es liderar cuando hay un gran equipo, con título y todo, Comando C. Pasábamos la semana esperando a que llegara el martes para poder vernos..."¿Hoy nos vemos?" preguntaban con ojillos de ilusión. Y más ilusión todavía cuando el martes era después de uno de nuestros viajes. "Seguro que tendréis muchas cosas que contarnos". Nuestros martes han sido la siembra, hemos reflexionado juntos, hemos aprendido a preguntar, a escuchar, a cuestionarnos lo que hacemos, a soñar futuros deseados, a planificarlos... Han sido nuestra terapia y nuestra recarga de batería también. Pero han sido sobretodo momento de hacer equipo, construir visión y hacerles creer en la imagen de líderes que vemos en ellos. Gracias, comando C.



Hoy más que nunca somos conscientes de cuánto necesitamos y cuánto queremos mejorar nuestra atención a la diversidad y nuestra forma de evaluar. Sabemos dónde estamos. Sabemos dónde queremos ir. Sabemos con quiénes contamos. Y tenemos la disposición. 

Como diría Ángeles, nuestra antigua directora, "nuestro claustro... para comérselo". Y mira que ha sido un año muy complejo por todos los vaivenes de protocolos; por cómo está saliendo nuestra sociedad de la pandemia, y por ende las familias de nuestro cole y nosotros mismos; un año con muchísimas complicaciones laborales ajenas a nuestro cole pero que nos han resquebrajado en varios momentos; un año con mucha carga de problemas provocados en su mayoría por falta de comunicación, falta de empatía y falta, a veces, de sensatez, que han supuesto un desgaste físico y mental extraordinario. Pues en estas condiciones, sacando fuerzas unos de otros, por el apoyo mutuo y por el compromiso hacia nuestro alumnado, nos hemos encontrado un equipo que se crece y que se ha lanzado a transformar nuestro colegio. Gracias, compañeros.


¿Y ahora qué? Ahora a seguir, no está todo hecho, ni mucho menos. Ahora toca generar alianzas. Alianzas con los alumnos, son y deben ser los principales protagonistas en esta historia, está en juego su aprendizaje y su preparación para ser y vivir; Alianzas con las familias, remar en la misma dirección o el barco no va a ningún lado, giraría sin llegar nunca a puerto; Alianzas con otros coles, redes que nos hagamos seguimiento y acompañamiento, que no estamos solos y que construimos juntos sociedad; Alianzas con mi compañero de curso, de ciclo, de etapa y de colegio, amigos críticos, personas que me quieran y que quieran lo mejor para mis alumnos, que me ayuden a ser la mejor versión de mí. 


En el fondo este es el liderazgo al que aspiramos, lograr que cada profe, cada alumno, cada familia... dé lo mejor de sí, construya, busque compañeros con los que crear lazos para soñar juntos ese futuro deseado y planificar cómo conseguirlo, sin esperar a que nadie nos lo diga, atreviéndonos a emprender los cambios necesarios y reforzar los que ya se han iniciado, desde la escucha, la empatía, el servicio y el cariño. 

Nos queda una parada antes de empezar a diseñar el próximo curso. A mediados de julio volveremos a Barcelona, a poner un punto y seguido a nuestro proyecto. Haremos valoración del impacto real alcanzado en el centro, en los profes y en nosotros mismos como líderes. Compartiremos y celebraremos los logros de cada equipo de trabajo, y supongo que nos impulsarán a pensar los próximos pasos a dar en cada cole... pero para mí no será igual, ni para nuestro cole. Yo echaré de menos el thinking together, echaré de menos los silencios y las esperas acompañadas para que las ideas afloren, echaré de menos que me hablen del Rocío, echaré de menos que me lleven la contraria con tanta elegancia, echaré de menos seguir aprendiendo con tanta intensidad, pero sobre todo echaré de menos a la persona. ¿Y el cole? El cole echará de menos a quien en dos años ha sabido dar continuidad a una jefatura de secundaria respetando todo lo heredado; echará de menos el trabajo silencioso, constante, calmado, lúcido, ilusionado; echará de menos el talento dialogante y el compromiso con cada alumno; echará de menos a la amiga que no cambia a pesar del cargo; echará de menos el apoyo a cada profe, el impulso que los mejora y la paciencia esperanzada.

Es un nuevo proyecto, un nuevo reto y una nueva ilusión. Sabíamos que era cuestión de tiempo. 
La familia San Patricio se expande, otra vez, como los últimos veranos. Empieza a ser costumbre y empiezan a faltarnos lágrimas. No somos de nadie y somos de todos. Nos toca animarte a seguir volando, a buscar nuevos aliados con los que recrear tus sueños y a mirar hacia adelante con la certeza de que eres la persona adecuada, con los dones necesarios y en el momento oportuno. Damos gracias a Dios confiadas. Él nos guía. Él ha pensado en nosotros antes incluso de llegar a nacer, estamos en sus manos amorosas, tú y el colegio Obispo San Patricio... Sé feliz.



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