viernes, 25 de junio de 2021

Lo que de verdad importa



No tengas miedo,
tú no te rindas, 
no pierdas la Esperanza


Álvaro Fraile "Anda... levántate y anda"

 A mis compañeros queridos.


Lo pongo por escrito porque no quiero dejar pasar el momento y porque no quiero que se pierda. Además, si lo dejo para el claustro probablemente me emocione, me quede callado y no consiga deciros cuánto valéis. Hoy me ha pillado un día tonto, de esos que me dan a mí, de esos en los que tengo el radar del cariño y de la humildad más despierto. Y es que quiero dar gracias por el derroche que habéis mostrado. Termina el curso. Somos uno de los colegios con mayor ratio de alumnos con necesidades educativas que precisan ser atendidas, no solo de la zona, también estamos por encima de la media de Andalucía en cuanto a alumnos censados. Nos encontramos en un curso que se inició con un alumnado que venía de haber "perdido" gran parte del año anterior, no por falta de esfuerzos y trabajo, sino por impotencia ante la situación de encierro que finalmente no consiguió sacar lo mejor de nuestra sociedad, ni de nuestros alumnos... Ni de nosotros. Llegaron en septiembre como nosotros, un poco más cansados, con incertidumbre, inquietudes, preocupaciones, miedos... como nosotros, a una escuela que para sobrevivir decidía (más bien fue obligada) dar varios pasos atrás en el tiempo. 

Y así comenzamos a caminar. Clases magistrales, rendimientos individuales, donde el silencio se imponía a las preguntas y al movimiento de aprender. "Así no se puede, Franete", me decíais algunos. Llegan primer y segundo trimestre, alegrías incompletas. A los que se les da bien la escuela, iban bien; al resto, más bien regular. 

Había que intentar usar las medidas que están en nuestras manos: Trabajo por proyectos, aprendizaje cooperativo, docencia compartida con refuerzos en el aula, nuevas tecnologías, el todos a una... Eso ya lo teníamos claro desde la vuelta al cole. Pero "el todos a una". Aquí es donde ha venido el derroche. Los que en el segundo trimestre os plantasteis para que nuestros alumnos florecieran. No se pueden perder. Horas extras, reflexiones, materiales adaptados, formación (Dislexia, TdHA, Evaluación, DUA...) formación y hombro con hombro. En la facultad aprendí que los alumnos aprenden a pesar del maestro, y lo creo, pero cuando veo a mis maestros pienso "¡Qué suerte que hay quienes creen en las posibilidades de nuestros alumnos porque obráis el milagro a base de trabajo! Les dais alas con vuestro tiempo, cariño y esfuerzo. Y así, llega la tercera evaluación con un jefe de Estudios superado por un equipo docente que se ha volcado con sus alumnos para que nadie se quede atrás. 

Somos un colegio humilde, con sus imperfecciones, pero profundamente comprometido con sus alumnos y su entorno. Ahora más que nunca, el trabajo en equipo y la atención a la diversidad son nuestra bandera. Deben ser nuestra seña de identidad. Estamos llamados a ser pequeña luz en lo alto de la montaña, luz que hemos de avivar entre todos porque nos va en ello la vida de nuestros alumnos y de nuestra sociedad.

Solo quería daros las gracias por despertar en mí la ilusión ante todo lo que nos queda por vivir en el colegio. Seguiremos en camino, juntos, aprendiendo unos de otros, propiciando el entorno que permita a cada alumno crecer, construyendo Reino de Dios en la tierra que heredarán nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, consiguiendo hacer del mundo un lugar más justo para todos... y para cuando no lo consigamos, nos daremos fuerte la mano y trabajaremos con más entusiasmo porque sabemos que es posible. Otro mundo es posible y lo vemos a diario en San Patricio.

Un inmenso abrazo.