jueves, 26 de abril de 2018

Klettaskoli: Una escuela especial

"Ey, solo pienso en ti,
juntos de la mano
se les ve por el jardín
no puede haber nadie en este mundo más feliz"
Víctor Manuel

Ya hemos pasado el Ecuador de nuestra estancia en Reykiavic, qué poco nos queda, ahora que hasta me he bañado en las aguas termales y que no sé cómo he podido estar todos estos días sin haberlas probado, mañana repito. Lo diré de otra manera, ahora que soy más consciente de lo que queda, quiero aprovechar todavía más este tiempo: conocer maestros de otras escuelas y saber cómo trabajan, establecer alianzas (si es que se puede), sacar jugo a la ciudad (Ni una sola happy hour hasta ahora, con lo que yo era para la cerveza, se ve que voy para mayor), hablar en otro idioma, ver, ver, ver... estar atento a todo lo que ocurra en estos días.
Lo sabía antes de venir, al menos lo intuía, este sistema educativo no se puede extrapolar a nuestra realidad, así como ninguno otro. Los sistemas educativos responde a sus sociedades. Pero sí se pueden disfrutar sus fortalezas. Hoy me he enterado un poco mejor de cómo entienden y trabajan la educación especial. Yo diría que nuestros alumnos con necesidades educativas especiales son más visibles, creo que cada vez más los podemos encontrar haciendo una vida de calidad y lo más normalizada posible (a mí al menos me pasa, será porque mi hijo pequeño, ese regalo que nos cayó del cielo con Síndrome de Down, hace una vida totalmente igual que sus hermanos). Creo también que tenemos grandes profesionales que se entregan diariamente por ofrecerles lo mejor.

Klettaskóli es una de las dos escuelas de educación especial que hay en Reykiavic, (la otra es para alumnos con conducta disruptiva, a ella van los alumnos por el tiempo necesario que les permita desarrollar los aprendizajes necesarios para estar con sus iguales.) Klettaskóli es el centro que me ha tocado visitar y en el que he visto, escuchado y descubierto qué es aquí la educación especial. Pensar que todo el mundo aquí concibe la educación especial tal y como nos la han contado es utópico, pero muchos de los profesionales que allí conviven sí. Aquí, los padres pueden elegir si su hijo va a una escuela "regurarly" (La de todos los alumnos) o una especial (La que hay), los alumnos que asisten van 10 años, lo mismo que los de la regurarly (no se repite, esto es algo que algunos padres demandan, posiblemente con razón, pero el tema está en que lo normal es que los niños vayan al colegio esos 10 cursos y después 3 más en la secundaria; y eso mismo es para todos, para los alumnos con dis-tinta-capacidad también.) Podréis decir entonces que no se compensan las desigualdades, en esta escuela sí. La ratio viene a ser de 2:1 y los maestros tratan de estar al día y mejorar a cada momento para ofrecer la mejor educación posible a sus alumnos y promover en ellos aquellos aprendizajes que les hagan competentes, como a los niños de su edad. Cariño, cercanía, contacto, trabajo en equipo, planificación, auto-mejora, paciencia y bien hacer, herramientas que hemos visto dominar a los profes. Dominan su tarea, saben lo que puede dar cada lo alumno y cuál es el siguiente paso... y siempre felices, los alumnos y ellos. Pero no solo los maestros aquí, los alumnos, todos, son de todos. La tribu entera es la que educa.

Las familias algo distantes, porque los alumnos suelen venir en el autobús de línea, ellos solos. No hay un autobús que organice el colegio para traer a los alumnos desde las puertas de sus casas y luego volver a llevarlos. Hacen vida normal en este sentido. Y esa distancia se suple con horas extras a través de la red: facebook, youtube y envío de emails. Materiales para los alumnos... de todo tipo. No sabemos si pagados por los padres o la administración o ambos, pero había mucho y para cada niño el suyo. hecho a medida. Qué maravilla, poder ofrecer a cada uno lo que necesita. Toda Islandia habla de la diferencia: los monumentos, las casas, las decoraciones (hasta las llanuras dejadas por las lenguas de lava son diferente, tienen distintos tonos de musgo)... y va más allá del pensamiento, ser diferente es una realidad y ellos además lo celebran, son consciente de que ser diferente nos hace especiales. La tensión en las escuelas es poca o nada, como en el día a día, no les interesa la uniformidad silenciosa, sino el aprendizaje original de cada uno. Crecer es el día a día, avanzar en la escuela e ir pasando niveles de cualificación, para todo lo demás... educación especial (lo que necesite el alumno para avanzar en la escuela e ir pasando niveles de cualificación... lo dicho, único y especial como uno más, único y especial).

1 comentario:

  1. Leer y leer para reflexionar. ¡Cuánta intendidad! Gracias a Dios, todos somos diferentes. Sacar lo mejor de cada ser humano...y hacer familia. Por cierto, ¡Qué familia más bonita tienes! Os queremos 😘😘😘😘😘😘

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