jueves, 26 de abril de 2018

Saemundarskóli: Instalaciones y algo más

"Sombra y Luz
Tierra y Mar
Me gusta la palabra LIBERTAD"
José Luis Perales


Última escuela que hemos visitado: Saemundarskóli. Nuestra experiencia va llegando a su fin. Ahora es el momento de ir aterrizando ideas, de compartirlas con los demás compañeros del curso y de la comunidad educativa... pero eso será a su momento, a la vuelta, de forma más directa, más personal. Todavía queda nuestro field project del Glolden Circle, dejarnos sorprender por la naturaleza de este país... un poco más. El colegio que visité hoy me recordó muchísimo a los que vi en Finlandia hace dos años. Un centro arquitectónicamente concebido para educar, para disfrutar aprendiendo. Nuevo y bien pensado. 



Pero educar es algo más que instalaciones. Después de tres visitas, muy diferentes, algunas coincidencias: Libertad, Trabajo en equipo, Positividad, Evaluación formativa, Educar para la vida, Ser Felices. Ah, y libertad. (¿Otra vez? Sí, y me quedo corto). Creo que es una de las señas de identidad de este pueblo, no presionar, dar tiempo, acompañar pacíficamente. En pueblo de Dios, Huelva, escuché que la verdadera Libertad, la libertad de los hijos de Dios, solo se puede descubrir desde la Libertad, no por imposición. La libertad aquí es el ambiente desde el que construyen. Libertad que llega a desconcertar a los que nos hemos educado en ambientes más estructurados, más rígidos a la hora de corregir, sistemas donde los responsables somos los adultos y tenemos que marcar bien la senda a los educandos... "El arbolito desde chiquitito"... pero ¿qué frutos están dando nuestros arbolitos?¿Son los que esperábamos, los deseados? Me encanta ver crecer a los niños a su ritmo, en un ambiente "aparentemente caótico" y, con unos profesores, "aparentemente al margen". Trabajo en equipo, todos a una pero cada uno desde su puesto, las mismas consignas, pero cada uno con su personalidad (porque aquí lo diferente es un valor). En positivo, marcando lo bueno que haces tres veces más que aquello que todavía no se ha conseguido. Y trasmitiendo esto mismo a los máximos responsables de la educación, los verdaderos protagonistas... los alumnos. Dándoles a conocer hacia dónde deben dirigirse en su crecimiento humano. Dándoles la brújula y el mapa, desde el principio, y lanzándoles a la aventura de SER. Y acompañarlos mientras se dejan, y esperarlos hasta que quieran caminar. Paz y Felicidad. Como diría mi abuelo: "no pelearse". Pues eso, sin pelearse, aquí no hay enemigo posible, los alumnos no está para hacer lo que el profesor quiere (ni por sabiduría ni por madurez) porque sería impuesto, y lo impuesto no perdura cuando desaparece el impositor. Perdura lo que arraiga dentro, lo que mueve al corazón. Educar para la vida, proveerlos de todas las herramientas que puedan necesitar, pero sin ponérselas en la mano, "ahí está, es tuya, cógela... si quieres". ¿Cuántas veces que nos preguntan qué queremos ser o qué queremos para nuestros hijos respondemos lo mismo? "SER FELICES", confieso que en mi caso, todas las veces. Y ¿qué quiero para mis alumnos, para mi sociedad? ¿No es acaso personas felices que sepan convivir con los demás en paz y armonía? Ser felices, entrenarlos desde ya, como si no vinieran de serie con la felicidad. La persona feliz camina y hasta corre, el triste mira la ventana y espera quieto, no quiere nada. El feliz sin embargo se quiere comer el mundo, tiene ilusión, va más allá... mientras lo dejan, y cuando cae... se levanta. Aquí, la escuela da la oportunidad de reengancharse cuando parecía que era tarde. Qué más da. Hoy es el mejor momento para empezar. Cuando se dan cuenta de su necesidad de aprender para ser, vuelven a ese lugar que le permitió crecer a su ritmo, en el que sus profesores valoraban cada paso dado y obviaban todo lo demás... y donde eran felices. Porque es el momento en el que entiende que ser felices conlleva evolución y crecimiento, y seguir aprendiendo.




Prefiero la Libertad.

1 comentario:

  1. Fran, gracias por narrarnos tus vivencias y enriquecidas con creces, porque han pasado por tu corazón. Si cerramos los ojos, podemos imaginar el ambiente que se respira en esas escuelas. ¡Un gran reto para nuestra sociedad! Quiero compartir contigo una frase que me regaló Ángeles y que está muy presente en nuestras vidas: "Lo imposible cuesta un poco más".

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