Per aixó, malgrat la boira, cal caminar. Lluis Llach
Resulta que llevo varias semanas con
una contractura en la espalda y poco a poco nos vamos dando cuenta de que es
muy probable que el origen haya sido una indigestión. ¿? Sí, haber tragado más
mierda de la cuenta. Y es que el cuerpo admite lo que admite. Yo peso unos 90
kilogramos, así que haceros una idea de la cantidad de mierda que puede caber
en este cuerpecito... hasta que revienta. Mi doctora me ha pedido que hable,
que suelte lastre, que el cuerpo es sabio y rechaza lo que nos hace sentir mal.
En los últimos años he entrado en la dinámica de tratar de llevarme bien con
los que me rodean llegando, si hacia falta (que lo hacía) a convertirme en un insensato
sumiso, que es el tipo de persona que gusta cuando uno se dispone a gobernar.
(Por cierto la palabra insensato significa falto de sensatez, de cordura, pero
bien podría referirse a la falta de sentimiento, pero esto sería una mala
traducción aunque acertada para mi caso). Quizás porque vengo de un barrio
humilde, entiendo que nuestro deber es atender al que es más pequeño, cuidar de
él. Concretamente nunca llegué a comprender el refrán aquel que dice
"cuando seas padre comerás huevo", en mi casa si alguien se quedaba
sin comer era mi padre y mi madre, y lo mejor y primero para "los más
pequeños", donde los más pequeños podían ser un hijo, pero también una
hermana pasando necesidad o un vecino que estuviera solo y desamparado o hasta
un hombre que pasaba las noches durmiendo frente a nuestro balcón. El primer
recuerdo que tengo de cuando bajé yo solo a la calle es de un día de Reyes en
que fui a estrenar mi balón de futbol. Bajé y en menos de cinco minutos ya
había varios niños mayores "jugando" conmigo a un burreíto (Sí, me
habían quitado el balón y se lo pasaban entre ellos sin que yo pudiera
recuperarlo). Pero no hizo falta que yo protestara o me peleara, creo que ni
lloré, simplemente hizo falta que alguien se diera cuenta de que yo era pequeño
para que me devolvieran el balón y me aconsejaran paternalmente que subiera a
mi casa con él si no quería que me lo volvieran a quitar. He aquí el barrio
"bárbaro" en que me crie. Resulta que ahora soy mayor y fui
prosperando, hasta llegué a la universidad (En mi barrio habrá entre unos 5 o
10 que hayan ido a la Universidad) y ahora trabajo y me muevo con gente de
"mejor" categoría. Me refiero a que prácticamente ninguno es ateo o
agnóstico o pase de la Religión y creo que ninguno ha tenido necesidad de ayudas
para llegar a fin de mes, a no ser que quisiera sentirse ahogado por deudas
provocadas por llevar una vida superior a sus posibilidades. Aquí es donde
entra mi presente, en estar rodeado de gente que lleva una vida... Sí, gente
que lleva... gente que trata de aparentar, que no sabes de qué van, gente que
por su tamaña inteligencia y clase nunca te vendrán de frente, gente que es
capaz de mentirte a la cara y decirte seguidamente que eres un desconfiado,
gente capaz de justificar todos sus actos porque están avalados por dios (Que
no por Dios, al que hace tiempo sacaron de sus vidas, al menos el Dios que yo
conocí y que trato de reconocer en "los más pequeños" ya que en
"los grandes" me cuesta mucho descubrirlo porque son tan grandes que
Dios se les queda chico), gente que quiere un mundo nuevo, que espera ese otro
mundo posible... sentados cómodamente en sus sillones o cátedras o cargos,
simplemente esperando, como si ese otro mundo no fuera con ellos o conmigo,
como si cada mañana no tuviéramos que luchar por hacerlo posible, como si
bastara con los golpes de pecho y las lagrimitas por los que sufren, como si
pudiéramos pasar del que vive a nuestro lado y hasta hacerle la vida imposible,
como si pudiéramos enfadarnos con todos aquellos que no veneren a sus superiores
que han sido escogidos por dios, como si tuviéramos que callarnos tanta
hipocresía y palmaditas en la espalada... hablando de palmaditas en la espalda
y volviendo al principio, quizás este haya sido mi problema, lo más probable es
que la contractura me la hayan favorecido tantos golpecitos en las espalda,
tanta condescendencia a la hora de darte por culo (En algún momento me tenía
que salir el barriobajero que llevo dentro) y yo, que no me sé bien estas
nuevas reglas de vida, en vez de dar las gracias me siento mal y hasta me
duele. Tengo aún más rabia dentro y poco a poco la he de soltar, así se lo
prometí a mi doctora y aunque solo sea ante el ordenador ya es una forma de
sacarla de mí. Mientras escucho a Serrat cantando a los macarras de la moral:
Sin prisa pero sin pausa,
esos carcamales
organizan sus cruzadas
contra el hombre libre
más o menos responsable
de todos los males
porque piensan por su cuenta. Sueñan y lo dicen.
Pido perdón si en algo pude ofender a cualquiera que lea este artículo, no fue mi intención molestar (aunque ahora que lo pienso tampoco me importa si hay quien se ofende por la verdad, a tiempo estamos de elegir cada uno cómo queremos vivir y cómo queremos ser, en qué persona vamos a transformar el cuerpecito que Dios nos ha dado con el Amor de nuestro padres. Y es que a veces se nos olvida que Dios, el Dios de la vida todo, todo, todo, TODO, lo hace con el Amor de las personas... y lo demás son estupideces del ser humano).
Nota para los que como yo no saben
catalán, la introducción viene a decir algo así como que a pesar de la niebla
debo seguir caminando. Un gran abrazo para todos los que hacéis un mundo mejor,
aunque algunos piensen que creáis mal ambiente, gracias porque sois capaces de
calmar las aguas y esto molesta ya que algunos solo saben pescar en río
revuelto. Seguid soñando ese mundo nuevo y seguid construyendo... en libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario